La llave de Neptuno

Mares tallado · 2013
43,5 × 35 × 36,3 cm
Esta escultura está realizada con una piedra propia de la isla de Menorca, el Mares, una arenisca calcárea de tonos cálidos y porosidad característica, extraída tradicionalmente en las Baleares. La elección del material no es casual: su origen marino y su memoria sedimentaria orientaron la pieza hacia el universo acuático. Trabajada mediante talla directa y un acabado satinado que respeta las huellas naturales de la piedra, la obra organiza su volumen en ondas que avanzan y retroceden, como si la superficie hubiese sido modelada por el viento y la sal.

En el centro aparece una apertura en forma de llave, vaciado que actúa como eje simbólico y punto de tensión. Ese “umbral” sugiere acceso, paso y profundidad: una invitación a mirar dentro, hacia las aguas mediterráneas que inspiran la pieza. La luz resbala por las curvas, se detiene en las aristas suaves y penetra en el hueco central, haciendo visible el diálogo entre materia y vacío. Así, la escultura funciona como un pequeño fragmento de costa: un cuerpo que conserva en su textura la memoria del mar y que, a través de sus formas, convierte ese recuerdo en gesto.
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