La llave de Neptuno
Mares tallado · 2013
43,5 × 35 × 36,3 cm
En el centro aparece una apertura en forma de llave, vaciado que actúa como eje simbólico y punto de tensión. Ese “umbral” sugiere acceso, paso y profundidad: una invitación a mirar dentro, hacia las aguas mediterráneas que inspiran la pieza. La luz resbala por las curvas, se detiene en las aristas suaves y penetra en el hueco central, haciendo visible el diálogo entre materia y vacío. Así, la escultura funciona como un pequeño fragmento de costa: un cuerpo que conserva en su textura la memoria del mar y que, a través de sus formas, convierte ese recuerdo en gesto.